eL LeNGuaJe eN LaS eSCaLiNaTaS


...
Como lectores de libros sacros,
anunciadores de hecatombes y milagros
promotores de paraísos, nirvanas, redenciones
transitaré en la escalinata
plagadas de creyentes, túnicas y velos
obsedidos por veteranas, dioses y fantasmas.

Con dos zapatos y el báculo estridente
herido por el dibujo tibio de unos labios
templaré mis voz de hirviente luz
frente al Templo y su explanada.

También he de llamar a los creyentes en torno mío
que me escuchen en las mejillas de mi libro
que me aplaudan la ira con delirio
Y con estridencia de monos liberados, estallen
como plaga de ratas en la alcantarilla 
los santones y beatas


Pero no leeré milagros, sanaciones ni epopeyas
¡Qué se creen!
Si no de la indestructible nada
y de la muerte que me deben.

Y mi voz
¡Ah! mi voz atronadora
será el duro brazo de la cólera arrebatándoles aliento
huracán de pájaros insertándoles el pecho de vuelos espantosos.

Al fin repudiarán el  libro escrito y mudo
y apetecerán la palabra viva que hiede de mi pecho
como el acero desnudo,
como el sexo enardecido.

Sólo quiero el grito que destroce las gargantas,
cuando me pronuncien.

Y que se calcinen los labios proferentes para siempre
y enmudezcan los malditos y sus hembras
hasta la última vocal de mi apellido y de mi nombre.


Sólo quiero mi lenguaje en la inmensa escalinata.


.